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La reedición de «Pelusón of Milk» y lo que viene en el universo Spinetta

Trabajado por el ingeniero Mariano López a partir de los DATs originales, el álbum publicado en 1991 suena ahora con calidad superior y acorde a cada soporte. Catarina Spinetta repasa el proceso para conseguirlo y adelanta qué otros trabajos de su padre llegarán al vinilo.

por RadioTV
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Durante años, la dificultad para conseguir una copia en vinilo de Pelusón of Milk estuvo casi a la par de la de la primera edición de Artaud, otro de los (casi) incunables de la discografía de Luis Alberto Spinetta. Pero en el caso del álbum publicado originalmente en 1991 no tenía que ver con una tapa de formato particular, como en el clásico primer trabajo solista del Flaco (aunque por contrato haya salido atribuido a Pescado Rabioso), sino con que fue publicado en pleno auge del compact disc y la tirada en vinilo fue muy limitada. Si a eso se le suma que los seguidores de Spinetta difícilmente se deshacen de un tesoro semejante, se entienden los precios «para coleccionistas» que alcanzaba cada copia vendida en grupos de Facebook o disquerías de usados. Precios que a cualquier ser humano «normal» le hubieran parecido ridículos, y más si se tiene en cuenta que el viejo LP ni siquiera tenía los 15 temas que conformaban el álbum en sus versiones en CD y cassette.

Es probabe que esa primera edición siga considerándose un «Santo Grial» para los coleccionistas dispuestos a entregar algún órgano vital a cambio de alguna perla para su discoteca, pero ahora los -otra vez- humanos «normales» pueden acceder a una reedición de Pelusón of Milk que no sólo pone en valor una obra maravillosa sino que la hace accesible para nuevas generaciones de oyentes. Universal publicó recientemente el disco como LP doble, con su extensión completa y remasterizado por Mariano López -colaborador habitual del Spinetta- a partir de los DATs originales. La corrección de detalles se hizo de manera artesanal, sin inteligencia artificial involucrada. Y el trabajo de recuperación no quedó sólo en el vinilo: también hubo un mastering especial para los formatos digitales, así que la versión que se escucha hoy en las plataformas y en el CD flamante también suena notablemente mejor que las ediciones originales.

Pero estuvo a punto de no ser así.

El sello ya había acordado con la familia de Spinetta volver a publicar Pelusón a partir del master que tenía la compañía, porque era uno de los pocos álbumes del Flaco que no habían tenido reedición desde el nuevo auge del vinilo. Mariano López ya había empezado a trabajar con ese master, pero en una charla con Catarina Spinetta surgió la idea de mejorar el audio. «Como la tirada había sido tan chica y encima sin el álbum completo, era el disco ideal para hacer un refresh real», explica la hija del músico y suerte de «guardiana» de su obra. «Había que sacarlo con la justicia que merecía semejante obra. Y yo sabía que los DATs estaban, los había visto, pero teníamos que comproar que estuvieran en buenas condiciones. Cuando vimos que estaba y que se escuchaba, llamé a Universal de nuevo y les dije ‘Frenemoslo’. Y por suerte ellos lo entendieron y se entusiasmaron, porque ya estaba hasta armado el arte para la edición con el audio anterior».

Con la discográfica a bordo para un proceso de remasterización que no suele hacerse con los álbumes del rock argentino, surgió un inconveniente que casi hace naufragar el proyecto. «Mariano me llamó por teléfono y me dijo: ‘Che, falta uno de los DATs’. Me explicó que uno estaba etiquetado como parte de Pelusón pero en realidad no tenía nada grabado. Y si no encontraba el DAT faltante, cagamos, porque el trabajo ya estaba muy avanzado. Encima son cintas que hay que trabajar con mucho cuidado, que se digitalizan en la primera pasada porque no se puede revisitar ese audio en varias oportunidades sin que se rompan. Y si se rompe, perdés todo el material. Por suerte, encontré el correcto y pudimos tener esta edición tan hermosa de un disco tan especial de mi papá».

 

Pelusón of Milk fue muy particular en la carrera de Spinetta por más de un motivo. «Marcó la llegada de mi hermana Vera, de otro hijo para una familia con hijos ya grandes», explica Catarina. «En ese momento Valentino tenía 11, yo 13 y Dante 14. Entonces, la sorpresa de una nueva vida les dio una vuelta de volver a vivir, que es lo que también pasa con los hijos. Y eso se ve reflejado en la música, porque era el proceso del embarazo y en paralelo él creó Pelusón totalmente inspirado, totalmente sensible a la situación«. Cualquiera que haya escuchado «Seguir viviendo sin tu amor», «Lago de forma mía», «La montaña», «Cielo de ti»«Dime la forma» o «Cada luz» puede aseverar algo parecido.

“El álbum que acabo de grabar es minimalista», explicó el propio Luis Alberto Spinetta en una entrevista de la época. «Es intimista, no expansionista, de un gran contenido melódico, muy pop y hecho con el corazón. El material está hecho más con la emoción de quienes lo hicimos que con la técnica o el rebuscamiento de la producción». Pelusón fue el primer disco que el músico grabó en Cintacalma, su sala de ensayos devenida estudio de grabación (aún no tenía La Diosa Salvaje). «Panacea» es la única canción de Pelusón OF Milk que no tiene letra de Spinetta: la firmó Roberto Mouro. Y en temas puntuales grabaron los tecladistas Claudio Cardone y Mono Fontana, el bajista Javier Malosetti y el guitarrista Guillermo Arrom.

«Recuerdo ‘Cruzarás’ y ‘La montaña’, por ejemplo», narró el violero en el libro de entrevistas Luisito, de Jorge Kasparián. «En ‘Cruzarás’ me dijo ‘quiero que hagas un acompañamiento pero no con acordes sino con una melodía distorsionada que vaya por detrás’. Era una especie de contrapunto. Me pareció muy interesante porque me gustaban los cambios armónicos». Durante cinco jornadas, Arrom llegaba con una idea que Spinetta aprobaba, pero el guitarrista pedía un día más para desarrollarla. «Lo fui depurando hasta que finalmente lo que suena pareciera que lo estuviese improvisando, pero en realidad está muy trabajado», explicó.

«La montaña» fue trabajado solamente por el Flaco y el guitarrista, que llevó una portaestudio para no necesitar ni siquiera de un técnico presente. En un momento, recordó Arrom en el libro, «pasó Javier, que metió un bajo». «Pero luego en el disco no hubo bajo, sólo quedaron las programaciones de Luis, su guitarra acústica y la eléctrica que metí yo con distortion y delay. La letra me pegaba mucho porque mi viejo había fallecido hacía muy poco tiempo y Luis a propósito me llevaba muy seguido al estudio para sacarme de la tristeza. La última vez que tocamos juntos, que fue en Madrid (en 2002) me invitó a tocar cinco o seis canciones, todos bises. O sea, hizo el show completo con Cardone y luego todos esos bises conmigo. Y entre esas canciones eligió ‘La montaña’ porque un poco resumía nuestro trabajo».

«En todo lo que hacía él había un vuelo especial en lo lírico y en la sensibilidad, pero creo que en Pelusón además hay vanguardia musical», asegura Catarina Spinetta. «Es como si hubiera dado una vuelta más, encontrado otra forma de expresarse. Recuerdo que estaba muy divertido sampleando como loco con un Roland y por eso yo estoy ahí, en ‘Pies de atril’. El me dijo hacé una vocecita así y asá… Metió a Tarufetti, de todo. Él estaba incentivado y fue un disco muy ahí, muy casero, muy casero. Se creaba el disco y crecía la panza de mamá. Fue eso: un nacimiento».

Spinetta y Patricia Zalazar -su esposa durante casi dos décadas y madre de sus cuatro hijos- habían estado separados brevemente antes de que surgiera el proyecto de Pelusón. «Habían tenido una de las crisis de pareja totalmente normales en un matrimonio de tantos años», recuerda Catarina. «Y tuvieron como un reencuentro, que está plasmado en ‘Seguir viviendo sin tu amor’. Yo leí una entrevista en la que papá decía que era una canción a mamá, de que volvía enloquecido buscando su querer. El disco también tiene eso de volver a encontrar el amor y que encima al tiempo venga una vida nueva. Vera nació en casa y en el cuarto de ellos sonaba Pelusón, que todavía no estaba en la calle, así que es un disco que me conecta con mis recuerdos de ese momento».

Uno de los instantes especiales que recuerda Catarina es cuando su madre escuchó por primera vez la versión definitiva de «Seguir viviendo sin tu amor». «Lo ponía al palo una y otra vez, una y otra vez, y decía ‘Luis, esto es un hitazo. Me imagino a toda la gente cantando esta canción, en los autos, en la calle’. Ella le sacó la ficha instantáneamente al tema. Y papá le decía ‘bueno, tampoco exageres tanto’. Porque su meta nunca era la de vender discos, ¿no? Siempre era estar conectado con lo que le interesaba, dando lo mejor de sí, con una autoexigencia muy grande, pero no para el lado de generar éxito».

Pero resultó que Patricia tenía razón: «Seguir viviendo sin tu amor» es la canción de Spinetta con más reproducciones en las plataformas digitales. De hecho, se mantiene en el Top 200 de Spotify consecutivamente desde hace 1960 días (5 años, 4 meses y 11 días), y en total 2734 días (7 años, 5 meses y 24 dias). «Es que conecta de una forma muy directa», dice Catarina. «Va al grano y es profunda a la vez. Tiene un mensaje simple expresado con palabras simples. Es una letra que te entra y cualquiera puede llegar a sentirse identificado». Y con el suceso de la canción, «fue como si papá volviera a la escena». «Recuerdo haberlo acompañado a (los programas televisivos) Ritmo de la noche, a Jugate conmigo… Creo que fue todo en ese disco. Y él estaba contento de que había una respuesta, porque si bien él no laburaba para el éxito, cuando un artista es reconocido lógicamente se siente bien. Porque encima había llegado a más gente con algo auténtico, no con algo que ninguna cuestión comercial, ni de productores ni de una expectativa. Cuando las cosas suceden, suceden».

 

Mas reediciones

Las reediciones de la discografía de Luis Alberto Spinetta no terminan con Pelusón of Milk. Mariano López ya tiene el material para hacer un trabajo similar con Privé, el disco con el que el músico retomó en 1986 su camino solista después de la experiencia con Jade. Y también está preparando el audio para una versión en cinco vinilos de Spinetta y las Bandas Eternas, que compila gran parte del antológico -en más de un sentido- show del 4 de diciembre de 2009 en Vélez. «Va a tener el mismo material que la caja que salió en 2010. Lo que papá dejó afuera fue porque tenía que dejarla afuera. Es una decisión artística que él tomó y que tiene sentido. No sé cómo explicarlo. En la reedición de Estrelicia, el Unplugged, sí me pareció interesante tirar un tema más que el CD. Mariano hizo un gran trabajo con el sonido y me pareció que estaba bien poner ‘Correr frente a ti» porque lo estrenó ahí. Y estaba bueno que hubiera una versión en vivo que la gente pudiera escuchar».

Flor de puesto

«No siempre es fácil tomar decisiones sobre una obra como la de mi padre», afirma Catarina Spinetta. «Para mí, encargarme de trabajar en las reediciones de sus discos significa amor, respeto y orgullo. Y creo que él me eligió y me preparó para hacerlo«. La presentadora televisiva, DJ y actriz recuerda como en 1995 su padre la mandó al Teatro Colón a recibir un premio Konex. «Yo te voy a preparar un papel y vos vas a decir esto», le dijo. Y la única explicación cuando la entonces adolescente le preguntó por qué debía ir ella fue «Porque vos sos divina, hablás perfecto y lo vas a saber hacer bárbaro. Confía». Catarina confió y todo le salió bien. Y ahora dice: «Son mandatos, en un punto. Y encima con una persona que tiene semejante legado… También hay roles familiares que tiene cada uno. Nosotros, por suerte, somos muy afines. Somos artistas, somos compañeros, somos amigos. Y nada, además a mí me da la cabeza para hacerlo».

Cuando terminan las risas, Catarina retoma: «Es que tiene que darte un poco la cabeza, porque no es solamente lo que se ve artístico. Yo tengo que leer contratos, tuve que instruirme para hacer lo que estoy haciendo, porque yo me siento a hablar con el presidente de una compañía, con un abogado a decidir si se demanda a alguien. Y no es Juancito, es Spinetta. Entonces tengo que estar a la altura porque es una gran responsabilidad. Si a mí me toca poner una semilla para que su arte llegue más lejos, te planto todas. Porque lo amo y lo amé siempre. Siempre amé su música, siempre amé su arte, su ser ni hablar… Y entiendo qué significa su música, el peso que tiene a nivel mensaje, su lírica, a nivel musical, sus invenciones, sus flasheos… No era de acá. Era una estrella brillante. Así que flor de puesto me dejó«.

Fuente: Página 12

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